La terapia sexual no se limita solo a parejas. Todos tenemos nuestras propias luchas únicas con la sexualidad, y no necesitas estar en una relación para explorar esas dinámicas.
La terapia sexual puede ayudarte
- Quieres aprender a tener orgasmos
- Experimentas ansiedad por el desempeño sexual
- Estás explorando tu identidad sexual
- Tienes curiosidad sobre tu expresión sexual
- No sabes lo que quieres
- Quieres sanar tu pasado
- Experimentas vergüenza por tu sexualidad
- Experimentas sexo doloroso
- Quieres disfrutar del sexo
- Deseas
sanar los conflictos culturales y religiosos que afectan tu sexualidad.